El pasado domingo, 11 de julio de 2021, centenares de ciudadanos de San Antonio de los Baños, cerca de La Habana, y Palma Soriano, en Santiago, ini ciaron manifestaciones públicas que se fueron extendiendo por toda la isla. De acuerdo con algunas informaciones, difundidas particularmente por las redes sociales, las protestas aludían a los prolongados apagones de electricidad y exigían vacunas contra la covid-19. Con las horas, a estas demandas se sumaron otras de orden social y político.

La Unión Bautista Latinoamericana, animada por los valores del evangelio y nuestro compromiso pastoral, manifestamos algunas preocupaciones y hacemos algunos llamados:

1. Abogamos por el respeto a las personas que manifiestan pacíficamente, en el entendido de que es una derecho humano y ciudadano fundamental. Asumimos que, dados los casos, los actos vandálicos requerirán un tratamiento focalizado, pero no deben ser excusa para arremeter contra quienes solo piden respuestas y garantías para una vida digna. “En las repúblicas es un deber ejercitar todos los derechos” (José Martí).
2. Nos inquieta que se recurra al abuso de la fuerza y el poder como mecanismo para dirimir las diferencias por razones ideológicas. El momento que viven los cubanos podría convertirse en una gran oportunidad para elaborar normas de convivencia que enrumben al país a nuevos modelos de relacionamiento en medio de la diversidad y las diferencias.
3. Rechazamos cualquier llamado, venga de donde venga, que aliente el odio y el enfrentamiento a muerte entre familiares, vecinos y conciudadanos. “Triste patria sería la que tuviese el odio por sostén” (José Martí). Hacemos un llamado a un gran diálogo nacional con apertura al reencuentro, la enmienda y la corresponsabilidad de todos los ciudadanos y factores de la vida nacional con el bienestar colectivo.
4. Nos pronunciamos porque se respeten los derechos fundamentales de las personas privadas de libertad y en proceso de averiguaciones.
5. Invitamos a las iglesias cristianas y demás comunidades basadas en la fe, en Cuba y en el mundo, a mantener encendida la llama de la oración y la disposición a apoyar toda causa que contribuya a la mejor salida posible para todos los cubanos.
6. Hacemos voto porque, de modo pacífico y civilizado, con la ayuda decidida y no injerencista del mundo (de la tendencia que fuere), los cubanos diriman sus diferencias cuanto antes y sean capaces de construir posibilidades de cara a los nuevos tiempos.
7. Exhortamos a las autoridades cubanas a permitir el ingreso de la ayuda humanitaria requerida. Existen varias instancias regionales y globales genuinamente interesadas en mediar las gestiones pertinentes y con el único propósito de hacerle bien a las personas. Las ideas pueden esperar, ¡la vida humana y sus calamidades no!

“Y los que procuran la paz sembrarán semillas de paz y recogerán una cosecha de justicia” (Santiago 3:18).

A los 14 días del mes de julio de 2021
La Junta Directiva