(Salmos 90:12 RVR1960)
Con un bolígrafo y un papel empiezas a escribir tus objetivos para 2024. Elige tus siete objetivos más importantes:
No es que esté mal, solo que lo más importante, en este listado no se ha tomado en cuenta.
Una parábola que Jesús mencionó también explica lo que sucede cuando “no contamos nuestros días”. En Lucas 12:19-21, Jesús describió a un hombre rico que sólo quería “comer, beber y divertirse” y no tenía tiempo para pensar en Dios. El hombre rico pensó que tenía muchos años más para disfrutar de estas cosas, pero Dios le quitó la vida esa noche.
Si este hombre rico hubiera aprendido a «contar sus días», hubiera realizado acciones que tuvieran un significado eterno. Esta parábola nos dice que ninguno de nosotros sabe cuántos días nos quedan, por lo que no podemos desperdiciarlos haciendo cosas inútiles y egoístas.
Saber que tus días están contados es saber que tus días son pocos; un día se acabarán. Moisés le pidió a Dios que “nos enseñe a contar nuestros días” para que sepamos que aún no han terminado, por lo que debemos usarlos sabiamente y no tomarlos a la ligera.
Cuando Dios nos enseña a contar nuestros días, haríamos bien en escuchar y buscar su sabiduría sobre cómo vivir mejor nuestros días y tener una buena vida. Necesitamos la sabiduría de Dios para guiarnos ahora y en el futuro. O sea, cuando aprendemos a contar nuestros días, vemos cada día como un valioso regalo y una oportunidad para acumular tesoros en el cielo (Lucas 12:33; Apocalipsis 22:12).
Sí, por supuesto, lo primero es conocer a Jesucristo como tu Salvador. Cuando sabemos que la vida en la tierra es finita, nos ayuda a comprender la verdad acerca de Dios, Su existencia, nuestra separación de Él y la realidad de la vida después de la muerte. También mostramos que no podemos reconciliarnos con Dios por nosotros mismos.
Ahora bien, cuando creemos en Jesucristo, tendremos vida eterna y tendremos una relación con Dios (Juan 1:12; 3:16-18). No es algo que adquirimos mediante trabajo o sabiduría humana, sino que se basa en la gracia de Dios y la obra de Jesucristo (Efesios 2:8-10). Cuando somos salvos, Dios también nos da el Espíritu Santo para vivir en nosotros y ayudarnos a vivir como Dios quiere que sea para alabanza de su gloria (Efesios 1:13-14).
Le pedimos a Dios que nos enseñe a contar nuestros días para que vivamos con sabiduría, a fin de que seamos «ricos para con Dios». El apóstol Pablo nos enseña: «Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor» (Efesios 5:15-17).
Dios tiene en mente Su reino y la eternidad, y nosotros también deberíamos hacerlo, pero para ello necesitamos que nos enseñe a contar nuestros días.
El gran sabio Salomón culmina en unos de sus libros de una manera donde el propósito de la vida debe ser el temor a Dios. En Eclesiastés 12;13-14 literalmente dice: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala”
Inmer Ramírez Siebenhor, es pastor de la Iglesia Bautista Vida Nueva, Col. Guajitos, zona 21, Guatemala, concluyó estudios de profesorado en Teología, en nuestro STBG. Es el nuevo secretario de la Junta Ejecutiva, CIBG.
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