
(Gn. 12:3)
(Hch. 2:39)
La Biblia abunda en referencias a familias que conocieron a Dios y depositaron su fe en Él. Si bien, en el Antiguo Testamento hubo leyes y Abraham recibió la promesa de bendición para las familias de la tierra, siempre la fe estuvo presente en la vida de personajes y hogares especialmente hebreos.
Pero al saltar a la época en que Cristo actúa para bien de toda la humanidad, Pablo explica que “… los que son de fe, estos son hijos de Abraham. Y la Escritura previendo que Dios Había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham … de modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham”. (Ga. 3:6-9). Las bendiciones son derramadas por la fe en la justificación que opera Cristo.
Pero véase el testimonio de fe de cuatro familias del Nuevo testamento que buscaron hacer lo mejor para su núcleo familiar. Esto pudieron haber dicho los representantes de cada hogar.
1.-EMPODERAMIENTO DE LOS HIJOS.
–“Yo soy Salomé, mi esposo se llama Zebedeo. Él y mis hijos se han dedicado a la pesca. Mi hermana es María la madre de Jesús. Yo acudí al Maestro a pedirle que, Jacobo y Juan se sentaran uno a su derecha y otro a su izquierda, cuando estén en su reino. Jesús nos exhortó con palabra contundente: Al Padre le toca decidir esto, pero el que quiera ser grande debe ser servidor entre ustedes”. (Mt.20:20-28).
COMENTARIO: La fe que esta familia tenía hacia Jesús debía limpiarse al despojarse del egoísmo y presunción para colocarla sólo en el Padre y en Jesucristo el Hijo servidor y después entronado en la corte celestial. Con el paso de los días, Jacobo y Juan llegaron a ser parte del círculo íntimo del Maestro, y juntamente con Pedro fueron testigos de la transfiguración.
2.-FORMACIÓN CRISTIANA EN TODA EDAD
–“Yo soy Timoteo, discípulo del apóstol Pablo y pastor de la iglesia en Éfeso. Les cuento que mi padre era griego, pero mi abuela Loida y mi madre Eunice, son judías convertidas a Cristo, las que se preocuparon por mi formación cristiana y conocer la Biblia desde niño. Por ellas y por los consejos de Pablo mi padre espiritual, Dios me ha llamado y me utiliza eficazmente en su obra”. (2ª. Ti.1:3-6).
COMENTARIO: El apóstol conocía a Loida, Eunice y después a Timoteo, pues junto a Bernabé en su primer viaje misionero observaron la conversión de estas mujeres. La fe las hizo conocer las Escrituras y enseñarlas al niño Timoteo (2. Ti. 3:15), sin embargo, Pablo en ese momento no estaba contento con el nivel de su discípulo y le pide que “Avive el fuego del don de Dios que está en él” (2ª. Ti. 1:6).
3.-HOGAR DISFUNCIONAL QUE JESÚS AMABA
–“Me llamo María, vivo en Bethania, aldea cercana a Jerusalén. Somos tres hermanos, Marta, muy activa en los oficios domésticos; Lázaro que con su trabajo sostiene el hogar al no contar con nuestros padres. El hogar lo guía Cristo, nuestro huésped de honor. Jesús me cambió y ahora soy su adoradora, aprendo sus enseñanzas, y ungí sus pies con perfume costoso para recuerdo eternal. (Lc.10:38-42, Jn.12:7). Lázaro fue resucitado por Él (Jn.11:38-44) por ello, damos ¡Gloria a Dios!”
COMENTARIO: Marta se afanaba en el servicio doméstico hasta el último detalle (Lc.10:41), tenía prestancia, más, declaró que Jesús es el Hijo de Dios venido al mundo (Jn.11:27). Lázaro amado por Jesús (Jn.11:36), fue resucitado de entre los muertos (Jn.11:44). Y María, poseía una actitud de adoración y discipulado (Lc.10:42), una veraz relación espiritual (Jn.11:28-33), Y al ungir los pies del divino mostró su devoción (Jn.12:7).
4.-FAMILIA QUE MOSTRÓ OBEDIENCIA
–“Yo soy la ‘Bendita Entre Todas las Mujeres’ porque de mi vientre nació el divino Salvador; mi esposo es José el carpintero de Nazaret. Además de Jesús el primogénito, tengo otros cuatro hijos llamados Jacobo, José, Simón y Judas. (Mt. 13:55). Tan importante es este hecho que los cuatro evangelios lo describen, por la orden a los matrimonios de fructificar la tierra. Pero, Jesús es modelo excelente de obediencia”.
COMENTARIO: José desposado con María obedeció al ángel (Mt.1:20), huyó a Egipto y regresó a Nazaret y cumplió con su deber como padre. María explotó en un canto de alabanza y obediencia a Dios (Lc.1:46), se preocupó por: 1) Jesús al perderlo, 2) escasez en un evento social, y 3) junto a la cruz. Sus hermanos, no creían en la divinidad de Cristo, más, al resucitar de entre los muertos, se entregaron al Señor y dos de ellos escribieron cartas de la Biblia: Santiago y Judas. Entonces, ¡Todos fueron obedientes a Dios!
Sobre la fe, tres de los hermanos dijeron, Jesús: “Conforme a su fe, les sea hecho”. (Mt.9:19); Santiago: “La fe sin obras está muerta”. (Stg.2:26); y Judas: “Contiendan por la fe una vez dada a los santos”. (Jud.3)
CONCLUSIÓN. Siempre las familias manifestarán gozos y problemas en su tránsito por la vida, tendrán sus peculiares situaciones de relación humana. Jesús ofrece transformación al depositar la fe en Él y nos hace llegar a ser humildes y servidores como la familia de Zebedeo; cristianos discIpulados como el hogar de Timoteo; amados por Jesús como los hermanos de Bethania; y obedientes a Dios como la familia de Nazaret.
Tanto hace la fe dada a los santos por el autor y consumador de ella. Las familias se realizan santa, emocional y físicamente en Cristo Jesús.
El Arq. Edgar Armando Díaz, es miembro de la Iglesia Bautista Bethania, San Pedro, zona 5, Guatemala; Es el director de esta revista y ha escrito cantidad de artículos y poemas de carácter bíblico.
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