Por Julio Abel Sotz
Introducción:
Si bien acerca del coronavirus 19 y sus variantes, delta y más, muchos lo han puesto en duda, una cosa es cierta; muchas familias en el mundo viven con dolor, porque tienen familiares con Covid-19, otras familias por esta causa, están de duelo por la muerte de un miembro de la familia; mientras el resto del mundo anda cuidándose de dicha pandemia, es oportuno hacer un recordatorio consolador, que paralelo a ella, celebra un acontecimiento mundial que el mundo reconoce: el Nacimiento de Cristo. Es oportuno ver algunas verdades que la Biblia, Palabra de Dios, enseña sobre dicho acontecimiento:
I. DIOS DESEA VIVIR EN COMUNICACIÓN CON LA HUMANIDAD
El texto indica: “Os ha nacido,” (Lc.2: 11a.)
Dios el que estaba lejos del hombre, se le acercó, como lo indica el evangelio de Juan, “y aquel verbo se hizo carne”, “y habitó entre nosotros”. El Dr. Lucas aquí indica lo mismo, con la frase “Os ha nacido,” Dios se humanó en la persona de Cristo, de trascendente se hizo inmanente a la humanidad, siendo Dios se hizo hombre para poderse comunicar con el ser humano, con el objeto que todos vuelvan a Dios su Padre; Cristo mismo indicó: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Jn.14: 6).
II. FUE UN ACTO DIVINAMENTE PLANIFICADO
“Nació en la Ciudad de David,” (Lc.2:14b.)
Miqueas 5:2, indica “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.”
Por medio de un censo María y José, fueron llevados desde Nazaret a Belén, para que Jesús naciese allí, movimiento controlado por Dios para que la profecía se cumpliese, exactamente como el profeta lo indico, mostrando así que su nacimiento, no fue casual, ni accidental, si no fue un acto divinamente planificado.
III. FUE UNA ACTO QUE PROVEYÒ AL SALVADOR DEL PECADO.
“Un Salvador” (Lc.2:14c.).
Juan el Bautista al ver a Jesús dijo: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. (Jn.1: 29).
Mateo 1: 21 “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” Aquí el Dr. Lucas indica: Salvador. El problema humano es el Pecado; más Cristo como lo indica Juan y Mateo es el que puede redimir al hombre de su pecado, por en su sangre hay perdón de Pecados.
IV. HAGAMOS A CRISTO EL SEÑOR DE NUESTRA VIDA.
“Cristo el Señor,” (Lc.2:14d.).
El texto afirma que Cristo es Señor. El Apóstol Pablo en el libro de Corintios lo confirma: “Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que, si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.” (2. Co.5:14–15).
Esto implica que no debemos tener una confesión de fe solamente verbal, sino que nuestra fe, debe ser vivencial, un estilo de vida que tenga como base reconocer a Cristo como el Salvador de nuestros pecados, y como Señor, para que él, gobierne nuestra vida.
Si en caso no lo ha recibido; recíbalo, y al que ya lo recibió, deje que Cristo sea el Señor de su vida gobernándolo en todas las áreas de la vida.
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