Carta de Abraham Lincoln al profesor de su hijo

Introducción:

En el camino de la educación, cada palabra, cada gesto y cada enseñanza pueden marcar la vida de un niño para siempre. Los maestros, con su dedicación y sabiduría, tienen el poder de influir en la formación de valores y principios que guiarán a las generaciones futuras. En esta ocasión, queremos compartir una carta con un mensaje poderoso y atemporal, atribuida a Abraham Lincoln, quien en un emotivo escrito expresó sus deseos y consejos para el maestro de su hijo.

La carta comienza con la visión de un padre que busca que su hijo entienda que el mundo no es perfecto, que en él coexisten la justicia y la injusticia, la bondad y la maldad. En cada frase, el autor anhela que el niño aprenda importantes lecciones sobre la vida, la amistad, la perseverancia y el valor de la honestidad. Estos valores universales trascienden el tiempo y continúan siendo una guía invaluable en la formación de jóvenes y adultos.

La Carta:

Querido profesor,

«Mi hijo tiene que aprender que no todos los hombres son justos ni todos son veraces.

Enséñele que por cada villano hay un héroe, que por cada egoísta hay un generoso.

También enséñele que por cada enemigo hay un amigo y que más vale moneda ganada que moneda encontrada.

Quiero que aprenda a perder y también a gozar correctamente de las victorias.

Aléjelo de la envidia y que conozca la alegría profunda del contentamiento.

Haga que aprecie la lectura de buenos libros sin que deje de entretenerse con los pájaros, las flores del campo y las maravillosas vistas de lagos y montañas.

Que aprenda a jugar sin violencia con sus amigos.

Explíquele que vale más una derrota honrosa que una victoria vergonzosa.

Que crea en sí mismo, en sus capacidades, aunque quede solito y tenga que lidiar contra todos.

Enséñele a ser gentil con los buenos y duro con los perversos.

Instrúyalo a que no haga las cosas porque simplemente otros lo hacen; que sea amante de los valores.

Que aprenda a oír a todos pero que a la hora de la verdad decida por sí mismo.

Enséñele a sonreír y a tener el humor cuando esté triste.

Y enséñele que a veces los hombres también lloran.

Enséñele a ignorar los gritos de las multitudes que sólo reclaman derechos sin pagar el costo de sus obligaciones.

Trátelo bien, pero no lo mime ni lo adule. Déjelo que se haga fuerte solito.

Incúlquele valor y coraje pero también paciencia, constancia y sobriedad.

Transmítale una fe firme y sólida en el Creador. Teniendo fe en Dios también la tendrá en los hombres.

Entiendo que le estoy pidiendo mucho pero haga todo aquello que pueda».

Carta de Abraham Lincoln, al profesor de su hijo (1820)*


Conclusión:

Aunque no existe evidencia histórica* sólida de que haya sido escrita por Abraham Lincoln. No hay registros documentados que respalden la autoría del expresidente de Estados Unidos a esta carta. 
Más allá de la autoría atribuida, lo verdaderamente significativo de esta carta es el mensaje que transmite. Independientemente de su origen, las palabras encapsulan la sabiduría y los anhelos de un padre preocupado por el bienestar y el crecimiento personal de su hijo. La esencia de estos consejos perdura en el tiempo y resuena en la labor de cada maestro, quien, con su vocación y dedicación, influye en la vida de sus alumnos.

Esta carta nos recuerda que la educación es una responsabilidad compartida y que el aprendizaje va más allá de los libros de texto. El impacto positivo que un maestro puede tener en la vida de sus estudiantes es invaluable, dejando una huella eterna en sus corazones.

Así, en el presente y en el futuro, continuaremos compartiendo y enseñando estas valiosas lecciones a las nuevas generaciones, inspirados por el deseo de formar seres humanos íntegros y conscientes, capaces de enfrentar el mundo con sabiduría y bondad.

Por:
Abraham Lincoln*

La carta comúnmente es atribuida a Abraham Lincoln * Aunque no existe evidencia histórica sólida de que haya sido escrita por Abraham Lincoln. No hay registros documentados que respalden la autoría del expresidente de Estados Unidos a esta carta.

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