Espacios Literarios Revista No. 67

El del modus operandi,
traicionero hasta del Maestro,
no fue capaz de celebrar
las monedas extras,
la canallada de un beso
y la rebelión de su conciencia
lo impidieron.

Sociedades farisea y saducea,
madres de la hipocresía;
no se les permitió la celebración
del que las estorbaba aun en agonía;
un aviso intempestivo
de reinante oscuridad,
la trastocó.

El tercio de los seres alados,
seres creados,
con su ya condenado jefe,
no festejaron ver al yacente,
la tumba incomodaba al Hijo,
que, campante y refulgente,
la desocupó.

¿Y qué de los seguidores
del Mesías espiritual?
¡Ellos, ellos si celebraron!
aunque con primarias dudas …
seguidas apariciones
dieron convicción y argumentos.
El corazón ardía.

Por amor y mucho más
celebraron triunfos.
Yo celebro, tu celebras, él celebra,
nosotros celebramos,
que el incomparable
Jesucristo vive hoy.
No es vana la fe proclamada.