De Hijo del Zahorín a Lider Cristiano y Comunitario

“Da, pues, a tu siervo corazón entendido para estimar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; Porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo …?

(1. R. 3:9)

MANUEL BATZ IXCOL, era el hijo del zahorín Pascual Batz (brujo maya, curandero). Ambos encontraron a Cristo, y a un misionero, cuando la brujería no les dio resultado para la salud del padre. Toda esta familia maya-k’iche’ se mudó a San Pedro la Laguna de la etnia maya-Tz’utujil, donde se hicieron miembros de la iglesia evangélica del pueblo.

Don Pascual fue elegido por el municipio como intendente, cosa que la iglesia vio mal por tratar de envolverse en la política, Manuel el hijo declaró: “Cuando yo llegue a ser pastor, estimularé a los miembros de mi iglesia para que trabajen por el bien de su pueblo”. Él se preparó en el Instituto Bíblico de Chimaltenango, graduándose con honores. Mientras, visionaba un mejor futuro para su comunidad.

En su regreso a casa conoció al misionero Pablo C. Bell, quien le explicó las doctrinas bautistas, y Manuel reconoció que estaban muy apegadas a la Biblia. Si bien, los bautistas son abanderados de la separación de la iglesia y el estado; reconocen tambien que cada civil y más si es cristiano debe desear un liderazgo sano para que su pueblo prospere. El joven se casó con una señorita llamada Julia Chavajay con quien procrearon siete hijos.

Manuel tenia gran iniciativa, carisma y deseo de servir a su gente; así se lograron escuelas, el inicio de un camino (de terracería) hacia la capital, un plan de alfabetización para adultos, y conección de agua entubada. Por ser pastor bautista, nunca fue alcalde, pero si ‘consejero’ para tomar sabias decisiones de bien comunitario que en varias poblaciones de Atitlán le solicitaban, siendo enemigo asérrimo de la corrupción. Como arquitecto sin título, levantó dos de los más hermosos templos bautistas de San Pedro. 

Desde entonces muchos alcaldes, tanto evangélicos como católicos imitaron su conducta. A los treinta y cuatro años terminó su vida terrenal, pero había legado esperanza e inspiración a muchos vecinos de un pueblo en constante avance. Tres de sus hijos (Isaac, Manuel y Francisca), siguieron sus pasos pastorales, y recuerdan con honor a aquel hijo del zahorín, a quien Jesús le dio transformación, vida y propósito.

Por: Dr. Clark Scanlon

El Dr. Clark Scanlon, nacido en San Antonio, Texas, fue misionero en Guatemala de 1955 a 1969. Después ocupó puestos de liderazgo en la International Mission Board-SBC. Esta es la presentación en su libro “El Hijo del Brujo” (Casa Bautista de Publicaciones, El Paso Tx. 1973).

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